En el corazón de Plaza Ñuñoa se alza una antigua casona familiar, construida en 1929 en la esquina de Plaza Ñuñoa, funcionó por años ahí la clásica confitería Fénix. Atendida por Don David, acompañó a generaciones de vecinos del sector. Hoy quienes formamos Bar Local nos hemos propuesto recuperar esta esquina que ha sido testigo privilegiado de tantas historias del barrio para que vuelva a convertirse en un punto de encuentro para vecinos y visitantes.
Somos de barrio, vecinos, parroquianos, amigos. Somos Locales.